Presentaciones sobre "1984" G. Orwell from joliververmeulen
La
necesidad de Orwell de legitimar el conservadurismo se debe a proteger el civismo
y la lengua tradicional. Ninguna sociedad deseable puede existir si la llegada
del hombre nuevo depende de nuestra capacidad de olvidar el pasado. Por tanto, ninguna sociedad digna de
las posibilidades modernas puede existir si el movimiento radical mantiene
elementos conservadores. Este pasado sirve para que cualquier elemento
revolucionario no se convierta en una variante más de los errores ya cometidos.
Por
tanto, si Winston Smith conserva alguna parte de humanidad es por su admiración
al pasado; pero esto es lo que le lleva a ser descubierto por el gerente de la
tienda de las antigüedades que es un agente encubierto de la policía del Pensamiento.
Esta pasión es la verdadera razón de la rebelión, que por tanto es una rebelión
conservadora. También es muy importante recalcar que en la neolengua,
“conservadurismo” designa justamente a “crimen de pensamiento”, toda la
complicidad con todas esas encarnaciones del mal político, como la derecha, el
orden establecido o la sociedad de intolerancia y exclusión.
En
Inglaterra la oposición entre Whigs y Tories se impuso a partir del siglo XVII
para distinguir entre el partido del movimiento y el del conservadurismo, y es
importante decir que la mentalidad de la izquierda de romper con la mentalidad
conservadora no debe confundirse con las exigencias culturales del capitalismo,
ya que defiende que la civilización tiene que ser cualquier cosa menos conservadora.
Por
tanto, el capitalismo consiste en diluir constantemente todas las condiciones existentes.
Desde esta perspectiva, la última posibilidad del termino socialismo es
convertirse en otro nombre del desarrollo imparable de la gran industria, que
trae consigo la tiranía de los mercados financieros, el urbanismo excesivo y la
sobrecomunicación. Por eso el miedo a parecer desfasado está presente en el
pensamiento de la mayoría de los intelectuales de izquierdas, que unen el
futuro radiante con el cibermundo, y lo complementan con el espíritu
“liberal-libertario” que domina el mundo de los espectáculos y la comunicación.
A
lo largo del siglo XX las ambiciones históricas de la izquierda han podido
usarse fácilmente contra el pueblo, ya que cuando el progresismo se presenta
como la simple verdad idealizada del capital, es hora de adoptar abiertamente
cierto conservadurismo crítico, que hoy en día es uno de los pilares necesarios
para poder criticar la sobremodernidad.