jueves, 14 de marzo de 2013

La controvertida búsqueda de Salinas- Elsa Dehennin


           Este artículo trata de los tres poemarios de Salinas: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento, teniendo en cuenta el prólogo de Jorge Guillén, amigo de Salinas.
            En el artículo se van analizando poemas, versos o conceptos en concreto, dando la opinión de Guillén. Este está en contra de la tesis de Leo Spitzer, de la que dice que disgustó a Salinas, rechazando su teoría de que sus poemas sean solo “la especulación metafísica de poeta mismo”, siendo “la amada negada”, un fenómeno de la consciencia del autor.
             Según Elsa, esa afirmación de Guillen es solo cierta en parte, y le da la razón a Carlos Feal Deibe, para quien la realidad verdadera de la amada está dentro de ella, no de él, ya que la esencia y la existencia no se pueden separar. Guillén también estaba de acuerdo con  Pierre Darmangeant, que, por ejemplo, creía que con el verso “las oyes como piden realidades” se pretendía superar la zona física en la propia zona física.
            Otra de las razones por las que Guillén está en contra de Spitzer es porqué de entrada el método que él usaba no le parecía correcto, ya que no se leyó ningún estudio crítico sobre la obra del poeta, dándole una imagen fija a partir de su obra.
            Pero a pesar de ser considerado contradictorio por Spitzer, y con ambigüedades por Guillén, la obra de Salinas hoy en día es estudiada con menos controversia, a pesar de que aun se discuten las ideas de la carnalidad y la no carnalidad de el amor de sus poemas. La pasión de Salinas es considerada humana, es decir, no mística, pero con cierta envoltura mística, una relación entre lo material y lo trascendente.
            Desde el principio, en 1912, Salinas confiesa su inquietud, duda y miedo hacia el destino y la muerte, e incluso luego, en los años 30, teme perder el amor puro que tanto anhela, ese amor que trasciende hacia lo infinito pero a la vez es imposible de explicar.
            Para Salinas, como se ve reflejado en la Voz a ti Debida y Razón de Amor, escribir diariamente se convierte en una necesidad ineludible, teniendo cierto carácter de diario o carta, que van dirigidos hacia ese “tu” ausente que es la amada.
            Según Spitzer, los pronombres tu y yo son entes metafísicos, que dan a los amantes una profundidad de esencia que les acompaña siempre.
            En conclusión, la autora de este artículo considera que los pronombres yo y tu son formas ingeniosas de hacer reales en la lengua imposibilidades del mundo físico, además de darle valores irreductibles y absolutos al sujeto, concluyendo con que dicha experiencia espiritual no se llevaría a cabo sin la “complicidad de lo corpóreo”, es decir, del mundo físico.